Hasta que la muerte nos separe



Exposición
Hasta que la muerte nos separe. 08/11/2013 - 08/12/2013. 

Artistas
María Bueno
David Escalona
Emmanuel Lafont
Guillermo Martín Bermejo
Felipe Ortega-Regalado

¿Qué puede mover, si no la pasión, a pronunciar una sentencia de por vida? Tanta eternidad es resuelta en apenas un renglón de seis palabras, que por teatralizadas hasta la saciedad se fueron vaciando de contenido durante siglos, exhaladas en juramento casi en inconsciencia. El pacto con el otro como exclusividad, la concepción de uno mismo en permanente autodonación, la visión del camino junto al compañero como un sacrificio... Hasta el punto de que, tras la ruptura o la pérdida, y con la constatación de que probablemente nada sea para siempre, lo que creímos amor transmute a otra suerte de conceptos mucho más pragmáticos.
En el hilo argumental de cada uno de estos cinco artistas, encontraremos subterfugios más o menos precisos a propósito de estos desenlaces de los que hablamos. Desde una visión descreída del amor a la afirmación más vehemente de la elección por uno mismo; y desde la contemplación de la muerte como novia o compañera de viaje a la clarificación de que sin ésta no es posible el ciclo de la vida. Fatalidad, abnegación, pérdida y dolor; pero también amor incondicional, riesgo y apuesta, plenitud.
Al plantearnos el alma de este proyecto, vimos con claridad que una afirmación tan privada podía ser defendida con locuacidad en este ámbito doméstico, CASA SOSTOA, la casa como centro de arte. En la seguridad de que los diferentes lenguajes y poéticas iban a perseguir su sitio fuera de la lógica asumible en el comisariado de exposiciones -una casa no es precisamente el espacio en blanco que promete la galería o el museo-, quisimos que los artistas invadiesen -en el sentido más afable del término- todas las parcelas de la casa, sin despreciar aquellas más íntimas. En este sentido, se ha trabajado tanto desde la mera exhibición de piezas hasta el propio concepto de intervención específica.
Finalmente, pero no por ello menos trascendental en el proceso de génesis de este proyecto, podríamos afirmar que esta exposición es al mismo tiempo un manifiesto personal. El lema es un argumento nacido desde las entrañas, desde la conciencia de la ausencia; y el vínculo con los artistas, en algunos casos una trayectoria de amistad de años, el vehículo perfecto.
Puede que ya no nos casemos con nadie.
Sin embargo, difícilmente habrá desamor hacia este arte.